El Cardenal Pedro Barreto Jimeno, presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), fue invitado de honor del Foro Jubilar de los Pueblos del G7, celebrado el pasado 13 de junio en Calgary, Canadá, organizado por Desarrollo y Paz ― Cáritas Canadá y KAIROS Canadá.

En su discurso inaugural, el Cardenal Barreto ofreció un contundente mensaje moral a los líderes de las naciones más poderosas del mundo, instándolos a actuar con conciencia y responsabilidad en el contexto de la grave crisis socioambiental global.

El Cardenal recordó que vivimos un kairós, un tiempo de transformación que exige una conversión de mentes y corazones. En este año 2025, marcado por el Jubileo de la Esperanza convocado por el Papa Francisco, Barreto subrayó la necesidad urgente de que los países desarrollados reconozcan su deuda ecológica con los pueblos del Sur Global, deuda que agrava las crisis climática, social y económica.

Desde su experiencia personal como arzobispo de Huancayo y defensor de las comunidades afectadas por la minería contaminante en La Oroya (Perú), Barreto denunció los impactos devastadores del extractivismo, la deforestación, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático en el bioma amazónico y en la salud de sus pueblos.

“El acceso a recursos esenciales como el agua, los alimentos y la vivienda se ve afectado por el peso de la deuda y la crisis climática, exacerbando la pobreza y forzando la migración”, alertó. También denunció la sistemática exclusión de las voces de las comunidades indígenas y locales en la toma de decisiones sobre políticas públicas.

El Cardenal Barreto llamó a los líderes del G7 a implementar políticas concretas para:

• Reducir la demanda de productos vinculados a la deforestación amazónica.
• Financiar proyectos de restauración y conservación de los ecosistemas amazónicos.
• Respetar y promover los derechos y la sabiduría de los pueblos indígenas.

Asimismo, exhortó a los países del Sur Global a proteger sus ecosistemas, respetando el equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad, con participación activa de las comunidades.

Citó la exhortación apostólica Querida Amazonía del Papa Francisco, recordando los sueños de una Amazonía que defienda los derechos de los pobres y de los pueblos originarios, preserve su belleza natural y cultural, y dé a la Iglesia nuevos rostros amazónicos.

Finalmente, el presidente de CEAMA concluyó: “Restaurar y cuidar la Amazonía y sus pueblos es una señal de esperanza para toda la humanidad. Somos todos, absolutamente todos, actores de este compromiso esencial para trabajar juntos —sociedad, gobiernos, empresas, iglesias, comunidades de fe, organizaciones sociales— por un futuro más justo, fraterno y en armonía con la Casa Común.”