Noticias Recientes

“Francisco y la Amazonía: un legado que transformó la Iglesia desde la periferia”

Entrevista a Patricia Gualinga (Ecuador), vicepresidente de la CEAMA

A más de una década del inicio de su pontificado, la huella del Papa Francisco sigue viva en la Amazonía. Su magisterio, sus gestos y su profunda sensibilidad hacia los pueblos indígenas y la Casa Común marcaron un antes y un después en la historia de la Iglesia en esta región. Así lo testimonia Patricia Gualinga, lideresa indígena del pueblo Kichwa de Sarayaku, en Ecuador, y vicepresidenta de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), en una reflexión sobre lo que representó Francisco en su vida y en la misión eclesial amazónica.

“El Papa Francisco fue una luz de esperanza para todos aquellos que luchamos por el cuidado ambiental, la defensa de los derechos y la dignidad de los pueblos. Su presencia y su manera de acercarse a la Amazonía rompió fronteras que muchos creíamos inamovibles. Ver al rostro de Dios en la Amazonía fue posible gracias a su testimonio”, afirma.

Francisco no solo llevó a la agenda global el clamor de los pueblos amazónicos a través de la encíclica Laudato Si’, sino que impulsó procesos inéditos como el Sínodo Panamazónico, que colocó a la periferia en el corazón mismo de la Iglesia. Según Gualinga, esto representó una verdadera novedad para la historia eclesial:

“Es el primer Papa que hace un sínodo con la Amazonía como protagonista, que nos mira con ojos de amor, que entiende nuestro sufrimiento, que reconoce nuestra lucha por la vida. Muchos de nosotros hemos vivido siempre al margen, y él nos puso en el centro.”

La apertura del Papa Francisco también se expresó en gestos concretos de inclusión. Por primera vez, los pueblos indígenas,fueron invitados como observadoras en el Sínodo, y posteriormente integradas en espacios de decisión eclesial como la propia CEAMA.

“Nadie lo había hecho antes. Que nuestras voces, nuestros pensamientos, nuestras realidades sean tomadas en cuenta dentro de la estructura eclesial es un acto de justicia histórica y espiritual. Su magisterio no fue solo doctrina: fue vida encarnada en los territorios.”

Frente a la pregunta sobre cómo continuar el legado del Papa Francisco, la respuesta de Patricia Gualinga es clara:

“La CEAMA debe avanzar en el camino que él abrió. Esta instancia, diversa y profundamente sinodal, es semilla de una Iglesia con rostro amazónico. Como decía el Papa, esto ya no lo para nadie. Tenemos que seguir adentrándonos, entendiendo, vinculándonos y encarnándonos en esta realidad con la ayuda del Espíritu Santo.”

Desde la CEAMA, renovamos nuestro compromiso con la misión encomendada: construir una Iglesia que escuche, aprenda y camine junto a los pueblos amazónicos, inspirada por la visión profética de Francisco, que hizo de la esperanza una forma de presencia, de la ecología una forma de fe, y de la Amazonía, un lugar sagrado para toda la humanidad.

Comparte