Noticias Recientes

Un árbol por Francisco: Sembrando vida en memoria del Papa Francisco

Desde el corazón de la Querida Amazonía, la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), la Red Educación Intercultural Bilingüe Amazónica (REIBA) y el Programa Universitario Amazónico (PUAM), nos unimos a la iniciativa “Un árbol por Francisco”: una siembra colectiva de vida en homenaje al Papa Francisco, pastor de la Casa Común, profeta de los márgenes y sembrador de justicia.

Este sábado 26 de abril, comunidades, parroquias, escuelas, familias y pueblos están invitados a plantar un árbol —preferiblemente nativo o frutal— como gesto de memoria viva y compromiso con la tierra, siguiendo el ejemplo de quien dedicó su pontificado a cuidar de los más frágiles: la naturaleza, los pueblos indígenas, los pobres y la paz.

Más que un símbolo: un acto profético

Plantar un árbol puede parecer un gesto sencillo, pero en el contexto del legado de Francisco, se vuelve un acto cargado de profundidad espiritual y compromiso ético. El árbol representa la vida, sí, pero también la resistencia, el arraigo y esa fertilidad silenciosa que transforma el mundo desde abajo, como lo hizo el Papa Francisco. 

A lo largo de su ministerio, Francisco nos recordó que la verdadera transformación comienza con las raíces:

  • En los gestos pequeños,
  • En las comunidades olvidadas,
  • En el cuidado paciente de lo que crece sin hacer ruido.

Cada árbol plantado en su memoria se convierte entonces en un memorial viviente, una forma de inmortalizar su voz y su visión en el suelo sagrado de nuestra Amazonía y de todo el planeta.

Sembrar su legado, cuidar nuestro futuro

El Papa Francisco habló con pasión del cuidado de la Casa Común, denunció la explotación de la Amazonía, alzó la voz por los pueblos originarios, y nos exhortó a una ecología integral que una el clamor de la tierra y el clamor de los pobres. Hoy, en su honor, sembramos ese sueño.

“Francisco vivió para cuidar. Que su recuerdo crezca donde haya vida.”

En esta siembra comunitaria, cada oración, cada mano que toca la tierra, cada brote que emerge, es una declaración: seguimos creyendo que otro mundo es posible, y lo cultivamos con nuestras propias manos.

Un gesto simple, una memoria profunda, una esperanza que florece

Para participar en la iniciativa Un árbol por Francisco, reúne a tu comunidad y dedica un momento de oración por la Tierra, por la paz y por el legado del Papa Francisco. Luego, elige un árbol —preferiblemente nativo o frutal— y plántalo como un signo vivo de esperanza, justicia y continuidad del cuidado de la Casa Común. Finalmente, comparte este gesto en redes sociales con el hashtag #UnÁrbolPorFrancisco y únete a esta siembra global que honra la memoria de un pastor que consagró su vida al cuidado de todas las vidas.

Gracias Papa Francisco

Francisco se preocupó por la Tierra, la humanidad, la justicia y la paz. Hoy, su recuerdo nos llama a continuar ese camino, con ternura, con coraje y con compromiso. Que el árbol que plantemos no solo florezca, sino que inspire a nuevas generaciones a soñar, resistir y transformar.

Que el recuerdo del Papa florezca en cada rincón donde haya esperanza.

Oración al momento de plantar el árbol

Querido Francisco de la querida Amazonía,
En los vastos rincones de la selva verdeante,
donde el eco del viento danza con la vida,
la voz del río susurra entre los árboles,
y el alma de la tierra se entrelaza en armonía.

Tus pasos humildes, como hermano entre los pobres,
nos guiaron por el sendero de la paz y la justicia,
donde el clamor de los olvidados resuena alto
y la esperanza se teje en cada gesto de amor.

Oh Francisco, guardián de los más frágiles,
tu sonrisa serena abrazó el dolor y la alegría,
en tu voz, las palabras se hicieron oración,
y la fe se renovó en la sencillez del gesto.

Hermano de la naturaleza, maestro de humildad,
te recordamos, abrazado por la hermana muerte,
que te lleva al regazo de la serena eternidad,
donde tu luz brilla en el corazón de la Amazonía.

Francisco de la esperanza, pontífice de los pobres,
tu legado resuena más allá de las fronteras,
en cada semilla sembrada en tierra fértil
y en cada mirada que se eleva en gratitud.

Que tu alma repose en la paz de los justos,
mientras la Amazonía teje en su savia viva
la memoria del pastor que amó como Cristo,
y en la hermana muerte halló la paz infinita.

Que tu alma repose en la paz de los justos,
mientras la Amazonía teje en su savia viva
la memoria del pastor que amó como Cristo,
y en la hermana muerte halló la paz infinita.

Amén

Comparte