En el marco de los procesos eclesiales de la Amazonía, la Hermana Laura Vicuña, originaria de esta región y actual vicepresidenta de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), compartió su experiencia en el programa Rostros y Voces del Centro para las Comunicaciones del CELAM, ofreciendo una mirada profunda sobre los desafíos, avances y esperanzas de una Iglesia que busca caminar unida con los pueblos amazónicos.

“Gracias por traer estas voces y el rostro de la Amazonía desde un territorio hermoso, pero a la vez tan amenazado por la devastación”, expresó la hermana Laura, recordando la fragilidad de un bioma que, aunque rico en diversidad y cultura, sufre las consecuencias de la minería, la deforestación y los proyectos extractivos a gran escala.

De la pastoral de visitación a la pastoral de presencia

La hermana Vicuña recordó que el proceso evangelizador en la Amazonía cuenta con más de un siglo de historia, y ha transitado de una pastoral de visitación a una pastoral de presencia.

“En la década de 1970, la Iglesia en muchos lugares contaba con comunidades eclesiales de base muy vibrantes, que unían fe y vida, mientras denunciaban las estructuras de muerte”, relató.

Hoy, ese legado se mantiene vivo y se fortalece gracias al impulso del Papa Francisco y al espíritu del Concilio Vaticano II: una Iglesia que es Pueblo de Dios, sinodal y profética.

Encuentros con el Papa Francisco: inspiración y compromiso

La Hna. Laura recordó con emoción sus encuentros personales con el Papa Francisco.

El primero tuvo lugar durante el Sínodo de la Amazonía, cuando el Pontífice les animó a ser audaces:

“No veo ninguna propuesta genuina… necesitamos desbordar”, les dijo el Papa, invitándolos a pensar en “vino nuevo en odres nuevos”.

El segundo encuentro se dio en 2023, durante una audiencia privada sobre el ministerio femenino y el diaconado, donde el Papa los alentó a perseverar:

“Sigan adelante. No tengan miedo, porque nadie detendrá este proceso. No hay vuelta atrás.”

Estas palabras, señala la hermana Laura, siguen siendo fuente de esperanza y compromiso para quienes acompañan el caminar eclesial en la Amazonía.

Cinco años de CEAMA: una Iglesia que camina junta

A cinco años de su creación, la CEAMA ha recorrido un camino de aprendizaje y madurez, enfrentando desafíos significativos, como la pandemia de COVID-19, que detuvo temporalmente las actividades misioneras. Sin embargo, tras la reanudación, la Conferencia ha celebrado tres asambleas presenciales, fortaleciendo los lazos de comunión entre los distintos territorios eclesiales.

“Uno de los mayores frutos que tenemos es la conciencia creciente de que somos una Iglesia que camina junta, construyendo nuevos caminos para la Amazonía”, afirmó la hermana Laura.

Este caminar no rompe con la tradición, sino que honra la memoria de los mártires y promueve una ecología integral que cuide tanto el bioma como la vida de sus pueblos.

La Amazonía ante la COP30: clamor y compromiso

Mirando hacia la COP30, que se celebrará en Belém do Pará, Brasil, la hermana Laura destacó el compromiso de la CEAMA en este proceso global y llamó a la comunidad internacional a mirar con humanidad a los pueblos indígenas y a nuestra Madre Tierra.

Denunció la devastación causada por la agroindustria, la minería, el crimen organizado y el saqueo de los recursos naturales, alertando sobre los riesgos de soluciones superficiales y de la mercantilización de la tierra y de los pueblos.

“Nuestra voz es de denuncia contra todos estos proyectos de muerte”, expresó con firmeza.

Una Iglesia que defiende la vida

La hermana Laura concluyó con un llamado lleno de esperanza:

“Invito a que todos, todos, todos se comprometan a defender la Amazonía.”

Su testimonio refleja la identidad viva de la CEAMA como una Iglesia en salida, sinodal y misionera, que sigue construyendo caminos de comunión, cuidado y esperanza, convencida de que cuidar la Amazonía es cuidar la vida de toda la humanidad.