Con un profundo espíritu de comunión y esperanza, concluyó la XXXII Asamblea Diocesana de Pastoral de la Diócesis de Granada, un espacio de encuentro, discernimiento y proyección del camino evangelizador que esta Iglesia particular viene recorriendo en el corazón del territorio amazónico-orinoquense de Colombia.
Durante tres días, del 21 al 23 de octubre, sacerdotes, religiosos, religiosas y agentes de pastoral de las diferentes parroquias participaron activamente en un proceso de reflexión sobre las estructuras y comisiones diocesanas, compartiendo experiencias significativas y fortaleciendo el Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular (PEIP).
El horizonte pastoral de este encuentro se proyecta hacia el Año Eucarístico 2026, tiempo de gracia que será vivido como una oportunidad para renovar la fe, la comunión y el compromiso misionero en las comunidades locales.
Una Iglesia que camina unida
El último día de la Asamblea estuvo marcado por la presentación general de la planeación y los compromisos pastorales para el 2026, así como por un espacio de formación para los agentes de pastoral, orientado por el Padre Freddy Ochoa, miembro del Servicio de Animación Comunitaria (SEDAC).
En su enseñanza titulada “La vivencia del Kerigma”, el padre Ochoa invitó a los participantes a redescubrir el encuentro personal con Cristo como fuente de toda acción evangelizadora y clave para revitalizar la vida comunitaria.
“La fuerza de la evangelización brota del corazón que se ha encontrado con el Señor. Sólo desde ese encuentro podemos anunciar con alegría el Evangelio y servir con esperanza a nuestras comunidades”, expresó durante su intervención.
Caminando juntos hacia el Año Eucarístico
En el mensaje de cierre, Monseñor Jorge Enrique Malpica Bejarano, Obispo de la Diócesis de Granada, agradeció al clero, a las comunidades religiosas y a los agentes de pastoral por su compromiso y entrega en la construcción de una Iglesia cada vez más participativa y misionera.
“Agradezco de corazón a todos los que han hecho posible esta Asamblea. Sigamos caminando juntos, fortalecidos por la Eucaristía, para que nuestras comunidades sean signo vivo de comunión y misión”, expresó el prelado.
Concluye así una nueva etapa de reflexión y compromiso pastoral, que marca el inicio de la preparación espiritual y organizativa hacia el Año Eucarístico 2026, bajo el lema diocesano: “Caminando juntos, vivamos la Eucaristía.”
Una experiencia eclesial en sintonía con el espíritu amazónico
La Diócesis de Granada, ubicada en la región de transición entre la Orinoquía y la Amazonía colombiana, continúa consolidando su identidad pastoral en sintonía con los sueños de Querida Amazonía y con la llamada de la CEAMA a construir una Iglesia más participativa, fraterna y comprometida con el cuidado de la Casa Común.
Este caminar diocesano testimonia el rostro de una Iglesia que se deja guiar por el Espíritu, que discierne comunitariamente y que pone la Eucaristía en el centro de su misión, como fuente de comunión, servicio y esperanza para los pueblos.





