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CEAMA visita el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos

En un clima de comunión y apertura fraterna, una delegación de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) se reunió el miércoles 29 de octubre con el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en Roma.

El encuentro fue presidido por el Cardenal Arthur Roche, prefecto del Dicasterio, acompañado por Monseñor Vittorio Francesco Viola, secretario, y Monseñor Aurelio García Macías, subsecretario.

Una Iglesia que camina en comunión sinodal

Durante el encuentro, Monseñor Zenildo Lima (Vicepresidente de CEAMA) compartió los pasos que la CEAMA ha dado desde su fundación en 2020, en continuidad con el proceso iniciado por el Sínodo para la Amazonía (2019).

Explicó que el trabajo de estos años ha consistido en escuchar y acompañar a las Iglesias locales, a los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos, jóvenes y pueblos originarios, con el propósito de discernir juntos los caminos de una Iglesia con rostro amazónico.

“Estamos presentando un horizonte apostólico sinodal para caminar juntos”, expresó Mons. Zenildo.

“La CEAMA no viene a imponer, sino a acompañar con humildad y escucha los procesos pastorales que ya están vivos en las comunidades”.

Por su parte, Monseñor Eugenio Coter destacó que el camino de la CEAMA ha ayudado a “reforzar la reflexión pastoral y la conciencia eclesial sobre lo que significa inculturar el Evangelio y la liturgia en la Amazonía, respetando sus pueblos, símbolos y espiritualidades”.

El Rito Amazónico: inculturación y fidelidad

Uno de los temas centrales fue la presentación del marco general del llamado “Rito Amazónico”, que la CEAMA ha venido estudiando en continuidad con el número 117 del Documento Final del Sínodo para la Amazonía, donde se propuso “elaborar un rito amazónico que exprese la riqueza litúrgica, teológica, disciplinaria y espiritual de la Amazonía”.

El Cardenal Arthur Roche y los responsables del Dicasterio valoraron positivamente los esfuerzos de la CEAMA, subrayando que la inculturación es un camino legítimo y necesario, conforme al espíritu del Concilio Vaticano II y a la enseñanza del Papa Francisco.

Queremos apoyar la inculturación, porque forma parte de lo que nos pide el Concilio. Pero debemos también garantizar que el rito romano, tal como fue renovado, sea respetado y continúe adelante. Nuestro deseo es ayudar, acompañar”.

El Cardenal explicó además que el término “Rito Amazónico” debe ser comprendido dentro de su proceso histórico.

Más que un nuevo rito autónomo (sui iuris), se trata hoy de una inculturación del rito romano en el territorio amazónico, que recoge las expresiones culturales, simbólicas y celebrativas propias de los pueblos de la región.

Una inculturación que nace del pueblo

Durante el diálogo, se compartieron ejemplos de cómo las comunidades amazónicas han integrado en sus celebraciones signos y gestos propios de su cosmovisión, sin alterar el contenido esencial de la fe.

Se mencionaron casos como el uso de plantas sagradas para las bendiciones, los gestos comunitarios de reconciliación o el modo en que los pueblos celebran la luz, el agua y la vida como dones de Dios.

“No se trata de crear algo artificial —afirmó Mons. Coter—, sino de reconocer las semillas del Verbo ya presentes en la cultura amazónica y dejarlas florecer en la liturgia. Como decía el Sínodo, no inventamos nuevos caminos: reconocemos los que ya existen y los caminamos juntos”.

El Dicasterio compartió también experiencias similares en otros territorios, como el rito de Zaire o las adaptaciones litúrgicas aprobadas en México para las comunidades mayas de San Cristóbal de las Casas, donde se ha reconocido oficialmente el ministerio de las mujeres que inciensan durante la misa o los movimientos corporales como expresión de acción de gracias.

Un proceso que madura en diálogo y discernimiento

Ambas partes coincidieron en que el proceso amazónico busca una maduración orgánica que, con el tiempo y el discernimiento del pueblo de Dios, pueda conducir a formas celebrativas más inculturadas.

El Cardenal Roche recordó que todos los ritos de la Iglesia nacieron como “variaciones profundas del rito precedente”, y que el paso del tiempo y la fidelidad del pueblo fueron los que consolidaron su identidad litúrgica.

“Estamos caminando —afirmó Cardenal Barreto— en comunión con Roma, con una actitud de diálogo, escucha y discernimiento. La CEAMA sigue aprendiendo su propio modo de servir: acompañar los procesos que ya están vivos, ayudar a clarificarlos, y hacerlo siempre en espíritu de comunión con el Santo Padre y con las Iglesias locales”.

El horizonte de la CEAMA

El encuentro confirmó la sintonía eclesial entre la CEAMA y el Dicasterio, así como la voluntad compartida de seguir avanzando en un proceso de inculturación litúrgica y pastoral en la Amazonía.

El camino propuesto no es sólo teológico, sino también espiritual y comunitario: un ejercicio de sinodalidad misionera, donde la fe se celebra desde los pueblos y con los pueblos.

La CEAMA continúa así su servicio a la Iglesia en el territorio amazónico, fiel al mandato del Papa Francisco de “una Iglesia con rostro amazónico, pobre y servidora, profética y samaritana”, que celebre la fe con los símbolos, lenguajes y esperanzas de su gente.

Un regalo desde la Amazonía

Como signo de comunión y gratitud, la CEAMA ofreció al Dicasterio dos presentes profundamente simbólicos: una edición especial del libro sobre la devoción popular del Círio de Nazaré de Belém do Pará (Brasil), expresión viva de la fe del pueblo amazónico; y un disco tejido en yaré por la comunidad indígena cubeo (Amazonía colombiana), que representa el entrelazado de culturas, espiritualidades y esperanzas que dan forma a la vida en el territorio. Ambos obsequios son testimonio del deseo de seguir caminando juntos, tejiendo fraternidad y esperanza desde la Amazonía para toda la Iglesia.

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