La lucha por la vida, el territorio y la dignidad de los pueblos amazónicos ha sido reconocida a nivel mundial con la entrega del Premio Goldman 2025 a Mari Luz Canaquiri Murayari, lideresa del pueblo originario Kukama y presidenta de la Federación de Mujeres Huaynakana Kamatahuara Kana.
Desde el corazón de la Amazonía peruana, Mari Luz ha encabezado, junto a otras mujeres Kukama, un proceso firme y esperanzador de defensa del río Marañón, considerado en su cosmovisión no sólo fuente de vida sino un ser espiritual con derechos. Gracias a su lucha, lograron una sentencia judicial histórica que reconoce al río Marañón como titular de derechos, un paso sin precedentes en la protección legal de los ecosistemas amazónicos.
“Para el pueblo Kukama, los ríos son muy sagrados, fundamentales para la vida, para mi país y el mundo”, afirmó Mari Luz al recibir el galardón el 21 de abril. “La tierra es nuestra madre. ‘Ku’ significa chacra, ‘kama’ es teta. En nuestra cosmovisión, los seres del río, del bosque, tienen espíritu de gente.”
El testimonio de Mari Luz también denuncia la violencia estructural que enfrentan las personas defensoras del medio ambiente en la región. De acuerdo con el observatorio internacional Global Witness, 58 personas han sido asesinadas en Perú entre 2012 y 2023 por su defensa de sus territorios y de la casa común.
“Cuando alguien alza la voz y lucha, el gobierno lo criminaliza. Y eso no es justo”, expresó. “Mi persona ha sido criminalizada, por eso quiero dejar este mensaje final para el mundo: humanizarnos y defender la casa común, que es la madre naturaleza, que nos da el aire para respirar, la comida de todos los días y el agua para tomar.”
Mari Luz, con profunda sabiduría ancestral y convicción espiritual, concluyó:
“Las mujeres Kukama existimos y resistimos en defensa de la naturaleza, de los ríos y el territorio. Sin río no hay bosque.”Desde la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) celebramos y nos unimos a este reconocimiento, que no solo exalta a una mujer indígena defensora del río, sino que reafirma el llamado urgente a tejer redes de solidaridad, justicia y sinodalidad en defensa de la vida amazónica.