En el marco del proceso de escucha sinodal que adelanta la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) para discernir sus prioridades apostólicas, se realizó en Manaus un encuentro con líderes indígenas urbanos y de comunidades del entorno amazónico, organizado por la Pastoral Indigenista de la Arquidiócesis de Manaus.
El espacio, desarrollado en un clima de respeto, apertura y diálogo fraterno, contó con la participación de Monseñor Zenildo Lima, vicepresidente de la CEAMA y obispos auxiliar de Manaus; Alicia Covaleda, consultora del organismo; y Fernando Rueda, del equipo de comunicaciones de la CEAMA.
Escuchar para caminar con rostro amazónico
El encuentro se enmarca en la llamada del Papa Francisco a una Iglesia que escucha, aprende y camina con los pueblos, reconociendo en sus voces la presencia del Espíritu.
Desde esa perspectiva, el diálogo giró en torno a tres grandes ejes: la identidad amazónica, los desafíos de la inclusión indígena en las ciudades y la acción pastoral de la Iglesia frente a las realidades de discriminación, pobreza y pérdida de territorio.
Alicia Covaleda, quien acompañó el proceso, planteó preguntas que motivaron una conversación profunda sobre la situación actual de los pueblos indígenas en Manaus:
“¿Cuáles son los principales retos que enfrentan hoy las comunidades indígenas en las metrópolis amazónicas? ¿Cómo la Iglesia puede acompañar y transformar esa realidad?”
Las respuestas dieron lugar a un retrato complejo y doloroso, pero también esperanzador, de la vida de las comunidades originarias que migran a las ciudades buscando condiciones más dignas.
Desafíos de inclusión y dignidad
Los líderes indígenas compartieron experiencias marcadas por la discriminación, el racismo y la exclusión estructural que enfrentan en ámbitos como la educación, la salud y la vivienda.
Un representante de la comunidad relató las dificultades para matricular a sus hijos en escuelas públicas, donde su identidad indígena es negada o cuestionada, y denunció el trato desigual en los servicios de salud.
Otro participante recordó que, en las metrópolis amazónicas, muchos pueblos indígenas viven en condiciones precarias, sin acceso a servicios básicos, y urgió a que la Iglesia acompañe los procesos de búsqueda de tierra y vivienda digna.
“Los pueblos indígenas no tenemos fronteras. Las fronteras nos las impusieron los colonizadores”, expresó un líder del pueblo Warao, recordando que la identidad indígena trasciende los límites políticos y nacionales.
El encuentro permitió también escuchar los testimonios de indígenas migrantes de Venezuela, quienes denunciaron la xenofobia y el racismo que enfrentan en su vida cotidiana, pero también agradecieron a la Iglesia por los espacios de apoyo que han recibido, especialmente las oportunidades para participar en ferias y eventos donde pueden vender sus artesanías y compartir su cultura.
La Iglesia como aliada en el camino de la inclusión
A lo largo del diálogo, se destacó el papel de la Iglesia como mediadora y acompañante de los pueblos indígenas, no solo en su defensa territorial, sino también en la búsqueda de reconocimiento, educación y justicia social.
Los participantes subrayaron que la Iglesia amazónica debe continuar siendo un espacio de encuentro intercultural, que promueva la dignidad y la participación activa de los pueblos en la vida pastoral y social.
Monseñor Zenildo Lima, al cierre del encuentro, expresó:
“Escuchar a los pueblos indígenas no es un acto de cortesía, sino una exigencia evangélica. Sus voces nos ayudan a reconocer el rostro amazónico de la Iglesia y a renovar nuestra misión desde la fraternidad y el respeto.”
Identidad, territorio y esperanza
Los líderes participantes coincidieron en que el principal desafío sigue siendo mantener viva la identidad indígena en medio de la urbanización y la pérdida de vínculos con el territorio ancestral.
Advirtieron que la destrucción ambiental —resultado de la minería, la deforestación y los megaproyectos urbanos— impacta no solo la naturaleza, sino también la vida espiritual y cultural de sus pueblos.
“Cuando se destruye el bosque o se contamina el río, no solo se pierde la naturaleza; se pierde una parte de nuestra alma”, afirmó uno de los participantes.
El encuentro finalizó con un llamado conjunto a la concienciación y la acción colectiva, invitando a toda la Iglesia amazónica a reconocer la riqueza de las culturas indígenas, luchar contra la discriminación y promover una sociedad más justa e intercultural.
Un paso más en el camino sinodal amazónico
La CEAMA reafirma su compromiso de seguir escuchando, acompañando y aprendiendo de las comunidades indígenas, especialmente de aquellas que viven en contextos urbanos y fronterizos, donde la exclusión se hace más visible.
Estos espacios de diálogo son signos concretos de una Iglesia sinodal, con rostro amazónico y corazón fraterno, que busca caminar con los pueblos en defensa de la vida, del territorio y de la Casa Común.


