En el marco de la visita institucional de la Presidencia de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) a los dicasterios de la Santa Sede, el pasado jueves 23 de octubre se llevó a cabo un encuentro fraterno y profundamente significativo con el Dicasterio para la Cultura y la Educación, presidido por su prefecto, Cardenal José Tolentino de Mendonça.
El diálogo se desarrolló en un clima de escucha, colaboración y esperanza compartida, abordando los desafíos actuales de la educación, la cultura y la evangelización en los territorios amazónicos.
Educar desde la sabiduría de los pueblos
El encuentro inició con la intervención de Monseñor Zenildo Lima, quien reflexionó sobre el papel de las escuelas católicas en la Amazonía y los nuevos desafíos ante la expansión de grupos neopentecostales y de modelos educativos centrados en la disciplina y la competitividad.
“Se ha debilitado la búsqueda de valores como la solidaridad, la justicia y la vida interior”, señaló, invitando a recuperar una educación con alma y sentido comunitario.
El prefecto, al escuchar estas realidades, planteó una pregunta que resonó en todo el encuentro:
“¿Tiene la Amazonía pensadores? ¿Tiene filósofos? ¿Posee un saber propio?”
Esta pregunta abrió un diálogo profundo sobre la sabiduría amazónica como fuente de pensamiento teológico, filosófico y pedagógico, y sobre la necesidad de promover una educación inculturada que brote de los pueblos mismos.
PUAM y REIBA: redes que educan desde el territorio
Durante la reunión, Mauricio López, en representación, presentó los avances del Programa Universitario Amazónico (PUAM), fruto del proceso sinodal. Explicó que no se trata solo de educar en la Amazonía, sino de comprender que “la misión necesita la educación superior”, reconociendo los saberes y experiencias de las comunidades como fuentes de conocimiento.
PUAM, en articulación con redes como ODUCAL y AUSJAL, integra universidades como la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, Uniminuto y la Pontificia Universidad Javeriana, entre otras, y ha lanzado recientemente un programa técnico de dos años sobre Gestión Integral del Territorio Amazónico, con especializaciones en construcción de paz, gestión de proyectos y desarrollo sostenible.
Asimismo, se compartió la experiencia de Jesuit Worldwide Learning, plataforma que ya permite a comunidades como Sarayaku (Ecuador) acceder a educación superior intercultural con tutores locales y certificación universitaria, replicándose próximamente en Colombia.
También se destacó el papel de REIBA (Red de Educación Intercultural Bilingüe Amazónica), integrada en gran medida por congregaciones religiosas femeninas que acompañan procesos educativos y culturales en comunidades rurales e indígenas, llevando no solo libros y cuadernos, sino esperanza, identidad y encuentro.
Una educación que revitaliza la cultura y las lenguas
Los participantes subrayaron la urgencia de preservar las lenguas y expresiones culturales amazónicas, muchas de ellas en riesgo de extinción. Se destacó el trabajo de revitalización lingüística que varias comunidades vienen realizando con apoyo de la CEAMA y sus redes.
El prefecto expresó la disponibilidad del Dicasterio para acompañar estos procesos y generar alianzas concretas, señalando:
“No es solo una cuestión de la Amazonía, es un desafío de toda la humanidad. Queremos escuchar, colaborar y servir”.
Propuso, además, establecer un convenio de cooperación con la CEAMA y recibir un informe que sensibilice y oriente posibles acciones conjuntas.
El jaguar: símbolo de transformación y sabiduría
Al concluir el encuentro, la delegación de la CEAMA ofreció al Dicasterio un regalo simbólico de la comunidad Tikuna de Leticia (Colombia): una figura elaborada en fibra de yanchama, que representa a un hombre que se convierte en jaguar.
El prefecto recibió con emoción este presente, reconociendo en él la fuerza mística de los pueblos amazónicos, capaces de transformar su vida en armonía con la naturaleza y el espíritu.
“Educar es construir la paz, el desarrollo y la cultura del encuentro”, afirmó, retomando el sentido profundo del símbolo.
El mito del jaguar, recordaron los presentes, expresa la capacidad de transformación interior que nace del contacto entre el ser humano, la tierra y el misterio.
Así, este gesto se convirtió en una metáfora viva del propósito compartido entre la CEAMA y el Dicasterio: formar una educación que integra la fe, la cultura y la sabiduría ancestral.
Una alianza para pensar con mente y corazón amazónico
El encuentro concluyó reafirmando el compromiso común de seguir construyendo una educación inculturada, dialogante y transformadora, que reconozca el saber de los pueblos como fuente de vida y esperanza.
“Para poder servir, primero debemos aprender a escuchar. La Amazonía nos enseña a mirar con el corazón y pensar con el alma de sus pueblos.”