Matemática y gramática del Evangelio, dos lecciones que el cardenal Czerny deja al cierre de la 2.ª Asamblea Ceama

Culminó este 27 de agosto la segunda Asamblea presencial de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama). El cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el desarrollo humano integral del Vaticano, participó los cuatro días de esta jornada en Manaos.

Por Ángel Morillo / ADN Celam

El purpurado en una alegoría a la escuela primaria quiso dejar “dos lecciones” a los miembros de la Ceama, la primera: matemáticas: “El mejor ejemplo es la parábola de los panes y los peces”, dijo.

“Los discípulos pensaban que para dar a comer a la gente tenían que dividir cinco panes y peces, y les pareció absurdo. Mientras que las matemáticas para Jesús eran al contrario no dividían, sino que multiplican”, apuntó.

Por ende, en la vida de una organización nueva como la Ceama “pienso que hay una pienso que hay una tentación constante de usar la matemática humana, pensando que hay un único pastel”, porque “la matemática humana divide”.

“Y esta matemática cerrada, precisa, científica no funciona bien en nuestro organismo eclesial. Tenemos que tener en la cabeza la matemática evangélica para reconocer en el otro aquello que multiplica”, señaló.

He allí “la gracia de esa matemática evangélica” que “descubrí en la lógica del camino sinodal” donde “cada vocación suma y necesita de las otras vocaciones”. La misión no se trata de un pastel que se debe dividir entre las diversas vocaciones, es al contrario, es el todo de las partes lo que realiza a cada vocación.

En la matemática evangélica “hay otra lógica” donde 100 más 100 no son 200, sino 250 o 300, porque “muchas veces en la Iglesia caemos en la tentación de planificar a la luz de la ciencia humana y no desde la gracia de Dios”.

Gramática del Evangelio

La segunda lección que ha dejado el cardenal Czerny es la de la gramática evangélica. “Solemos pensar que la palabra más importante son los verbos dentro de una oración”, sin embargo, “quiero que le presten atención a los verbos”.

Para el Prefecto “la vida de la Ceama tiene dos sujetos, dos nominativos un poco peligrosos, donde hay el riesgo de utilizarlos demasiado”. Uno de ellos muy utilizado es Ceama, una conferencia sea eclesial o episcopal debe ser el sujeto de tantos verbos, es decir, no caer en lo que se llama autorreferencialidad.

La otra palabra es ‘nosotros’ para “verificar cómo se usa esta palabra, porque hay un cierto peligro en ese reiterado nosotros”. Por tanto, “no debemos ser los sujetos, sino los verbos, debemos poner otros sujetos a la cabeza de las frases”.

Hay dos motivos – dice el cardenal – uno es eclesiológico y otro comunicativo. “Eclesiológicamente yo supongo que no tengo cómo defenderme, ustedes reconocen que ‘nosotros’ no somos el sujeto y Ceama no es el nominativo, sino que pone nominativos, a la cabeza de las frases, las personas, las instituciones, los procesos, es decir, lo que hay que hacer”.

Mientras que la razón comunicativa, consiste en quitar la palabra ‘yo’ o ‘nosotros’ y en su lugar poner la palabra ‘ustedes’, porque “la gente quiere escuchar que ‘ellos’ son los sujetos, los nominativos, los actores, los protagonistas”.

Comparte