La ciudad de Iquitos, situada en el corazón de la Amazonía peruana, se está preparando para convertirse en el centro de un evento vital para la conservación de los recursos hídricos: la Cumbre Amazónica del Agua. Organizada por la Vicaría del Agua del Vicariato Apostólico de Iquitos, esta cumbre se llevará a cabo a partir de mañana del 1 al 3 de octubre de 2025 y se presenta como un espacio de reflexión y acción frente a la crisis hídrica que afecta a las regiones amazónicas.
A pesar de estar rodeada de ríos majestuosos, la situación en Iquitos es alarmante: muchas viviendas carecen de acceso continuo a agua potable (el 60,3% de la población no tiene acceso a este recurso), obligando a las familias a extraer agua de ríos contaminados.
El Vicariato de Iquitos ha estado apoyando a comunidades en diversos procesos durante décadas. Entre ellas están comunidades afectadas por derrames de petróleo en el Marañón y comunidades que hubieran sido impactadas por la Hidrovía Amazónica. También ha apoyado a las mujeres de Huaynakana Kamatahuara Kana, quienes interpusieron una demanda que resultó en la declaración del río Marañón como Titular de Derechos.
Desde hace una década el vicariato también acompaña a los asentamientos humanos 21 de Setiembre e Iván Vásquez, en el distrito de Punchana, que viven al borde de un desagüe a cielo abierto. Allí apoya a la comunidad en su lucha por mejorar las condiciones de vida. Con el respaldo de organizaciones legales y la Iglesia, se ha exigido el acceso a agua potable y saneamiento y el cierre de un canal de desagüe a cielo abierto. Así, hace dos años, el Tribunal Constitucional dictó un fallo a favor de los asentamientos, reconociendo graves violaciones a derechos básicos. Esta decisión se considera un referente jurídico para la exigencia de derechos en la región y obliga al Estado a planificar respuestas organizadas a la situación. Se resalta la importancia de la organización comunitaria para generar cambios y la urgencia de mejorar la dignidad en los barrios periféricos y la planificación de las zonas urbanas.
La Cumbre Amazónica del Agua cuenta con la colaboración de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), CELAM, REPAM, Red Iglesias y Minería, Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, Universidad Católica (PUCP), Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP),Forum Solidaridad, IDL, WCS, y la Fundación Moore y Aguas Amazónicas.
La cumbre será un espacio de diálogo entre la ciencia, la fe y los pueblos indígenas, inspirado en los documentos Laudato Si y Querida Amazonia, de la iglesia católica, para escuchar el clamor de las comunidades amazónicas y de la tierra y el agua, y convertirlo en un compromiso concreto por el cuidado del planeta.
Monseñor Miguel Ángel Cadenas Cardo, subraya la importancia de esta iniciativa: “El bien común implica cuidar el medio ambiente; los ríos son vitales para la seguridad alimentaria. La Cumbre Amazónica del Agua busca conectar a personas e instituciones que comparten la misma preocupación, promoviendo acciones conjuntas para proteger este recurso esencial”.
No solo abordará problemas locales, sino también desafíos globales. El evento culminará con la lectura y aprobación de una declaración que servirá de base para futuras acciones locales y a nivel de la cuenca amazónica en torno a la protección del agua en la Amazonía. En palabras de Cadenas, refiriéndose al caso de los asentamientos humanos sin agua y saneamiento, “cumplir con el mandato del Tribunal Constitucional es una obligación moral para reducir enfermedades y sufrimiento, y evitar pérdidas económicas significativas”.
La Cumbre Amazónica del Agua representa un momento crucial para la región y el planeta, un llamado a la acción para salvar nuestros ríos y, con ellos, nuestro futuro.
Objetivos de la Cumbre:
- Dar visibilidad a los impactos de la crisis ambiental sobre los ecosistemas acuáticos de la Amazonía occidental, afectados por la extracción de petróleo, la deforestación, las represas hidroeléctricas y las actividades mineras ilegales.
- Promover una colaboración eclesial y social para la protección de los ríos y el reconocimiento del derecho universal al agua y a los servicios básicos.
- Compartir experiencias y fortalecer una cultura del cuidado del agua, prestando especial atención a las ciudades amazónicas donde el acceso al agua segura es insuficiente.
Entre los resultados esperados de la cumbre se encuentran el fortalecimiento de una red de grupos y comunidades que trabajan en defensa del agua en la Amazonía; un programa formativo para niños, adolescentes y jóvenes enfocado en la gestión responsable del agua; y un documento que recoja las solicitudes de las comunidades amazónicas para ser presentado en foros nacionales e internacionales.
Según el programa, los trabajos concluirán con un documento de reflexión y propuestas de acciones concretas a tomarse en conjunto.