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“El agua es vida, es memoria, es sagrada” – María de Jesús Gatica Ochoa

Desde el corazón del Amazonas peruano, en la comunidad nativa de Centro Arenal, emerge una voz joven, firme y luminosa: la de María de Jesús Gatica Ochoa, mujer indígena de 20 años del pueblo Murui Bue, ubicada en la jurisdicción del Vicariato Apostólico de Iquitos. Comunicadora indígena, corresponsal de Radio Ucamara y docente en una escuela autónoma de su comunidad, María representa el rostro de una nueva generación que asume con pasión el compromiso de defender el territorio, la cultura y el derecho al agua como bien común y sagrado.

Su testimonio se entrelaza con la participación activa en el Diploma Internacional de Posgrado en Gobernanza, Regulación y Gestión Integrada del Agua, desarrollado por el Programa Internacional del Agua (ACQUAS) del Instituto para el Diálogo Global y la Cultura del Encuentro, con el apoyo de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA)

Aprender para defender, formar para transformar

Para María, este diplomado representa mucho más que una experiencia académica. Se trata de una herramienta de empoderamiento para servir a su pueblo. “Los cursos nos abren los ojos a una realidad más amplia. Nos enseñan que el agua no solo es un recurso, sino un derecho. En nuestras comunidades, muchas veces desconocemos cómo exigir ese derecho, a qué autoridades recurrir o cómo hacerlo formalmente. Este diplomado nos da las claves para hacerlo con base legal y desde el conocimiento”, comparte.

Su comunidad enfrenta importantes desafíos: el acceso al agua potable sigue siendo limitado, y aunque se cuenta con fuentes naturales, estas se encuentran en lugares distantes. María relata cómo un proyecto para una planta de agua ha quedado en pausa por trámites administrativos, afectando a más de 11 comunidades. “Es urgente presionar para que se concrete, porque sin agua potable, la vida misma está en riesgo”, expresa.

En ese sentido, su objetivo es claro: volver a su comunidad con herramientas prácticas y conocimiento aplicado para contribuir a soluciones reales. “Quiero que lo que estoy aprendiendo no se quede en mí. Quiero compartirlo, implementarlo, exigir lo que nos corresponde y acompañar a otros jóvenes para que también se sumen”.

Comunicadora, educadora y defensora del territorio

Más allá de su rol como estudiante, María de Jesús vive un compromiso integral con su comunidad. Como comunicadora indígena y corresponsal de Radio Ucamara, amplifica las voces de los pueblos amazónicos y documenta sus luchas. Además, enseña en la escuela autónoma Murui Bue, donde comparte no solo el idioma originario, sino también saberes ancestrales, principios de liderazgo y educación ambiental. “La escuela es un espacio para fortalecer nuestra identidad y cuidar lo que somos. Enseño a los jóvenes a valorar la tierra, el agua, los bosques… si no cultivamos hoy esos valores, el futuro será muy incierto”, afirma.

Su papel como joven líder indígena no es un título, sino una práctica cotidiana: organiza encuentros con jóvenes, impulsa campañas ambientales y participa activamente en espacios de articulación comunitaria. Su liderazgo se ha forjado en la acción concreta, especialmente en tiempos de crisis ambiental, cuando la defensa del territorio no admite espera.

Espiritualidad indígena y defensa del agua

La mirada de María integra la dimensión espiritual, cultural y ecológica del agua. “Para nosotros, como pueblos indígenas, el agua no es solo para beber. Es sagrada. Es parte de la vida, del equilibrio del territorio. Cuando defendemos el agua, defendemos el alma de nuestra comunidad”, expresa.

Su comunidad vive cerca del río Amazonas, que está siendo amenazado por la minería ilegal y la contaminación. María advierte: “Si se contamina el río, Iquitos se quedaría sin agua. Y no solo nosotros: millones de personas. Cuando los pueblos indígenas alzamos la voz, lo hacemos por todos, no solo por nuestras comunidades. El agua fluye, no se queda en un solo lugar”.

Desde esta conciencia, María considera que la voz de los pueblos amazónicos debe ser escuchada en todos los niveles: local, nacional e internacional. “Podemos aportar soluciones, conocimientos ancestrales, advertencias. Pero para eso necesitamos espacios donde se nos escuche de verdad”.

Juventud que siembra esperanza

En medio de contextos marcados por la exclusión, la contaminación y el olvido institucional, María representa una fuerza viva de transformación. Su liderazgo no busca protagonismo individual, sino formar un relevo generacional que continúe el camino de lucha, organización y defensa de la vida. “Puede que un día yo no esté, pero otro joven tomará el relevo. Por eso, mi mayor alegría es ver a más jóvenes que se levantan, que estudian, que se organizan, que aman su cultura y defienden la naturaleza”.

Una Iglesia en salida y con rostro amazónico

Desde CEAMA, el respaldo a líderes como María de Jesús expresa el compromiso con una Iglesia sinodal, en salida, con rostro indígena y amazónico, que acompaña los clamores de la tierra y de los pueblos. El proceso formativo de ACQUAS busca precisamente eso: fortalecer capacidades, formar liderazgos y promover el cuidado del agua como bien común, derecho humano y don de Dios.

El agua es vida, y el que no la tiene vive en gran dificultad. Por eso, hoy más que nunca, debemos aprender, organizarnos y actuar. Y yo estoy aquí, con todas las ganas de seguir formándome, de seguir luchando, de seguir soñando con comunidades donde todos podamos tener agua limpia, salud, dignidad y futuro”, concluye María de Jesús, con el corazón encendido de esperanza.

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