Noticias Recientes

Cardenal Michael Czerny invita a obispos amazónicos discernir la misión desde la fragilidad humana y el testimonio martirial

En la segunda jornada del Encuentro de Obispos de la Amazonía, que se desarrolla en Bogotá y concluirá el próximo 20 de agosto con una Eucaristía en la Catedral Primada de Colombia, el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, presidió la eucaristía de este día centrando su homilía en la vocación cristiana de ser testigos y mártires en medio de las dificultades.

El purpurado mencionó la importancia del discernimiento y la oración en la vida de los obispos y vicarios apostólicos que sirven en territorios de la Amazonía, subrayando que ambas actitudes reflejan una profunda experiencia de fe cristiana. “Reflejan y expresan una profunda experiencia religiosa, enfoque en la teofanía y el poder del Señor, nuestra pobre oración”, expresó.

Basado en la figura bíblica de Gedeón, el líder religioso recordó que la vocación surge muchas veces desde la fragilidad y la falta de confianza personal, como ocurre también en la misión pastoral amazónica.

Mártires: memoria viva y actual

En su prédica, el cardenal señaló que el martirio no es un acontecimiento lejano ni exclusivo de los primeros siglos del cristianismo, sino una realidad presente y constante en la vida de la Iglesia latinoamericana y amazónica.

“Hoy en día estamos celebrando la memoria, la presencia de mártires que nosotros conocimos y ellos nos conocieron. Que estamos celebrando una cosa actual y no una cosa del pasado”, acotó.

Fue así como Czerny, subrayó que la palabra “mártir” significa “testigo”, y que todos los bautizados están llamados a vivir y dar testimonio de Cristo en la cotidianidad de su vida, incluso hasta entregar la propia existencia.

Gedeón y la vocación desde la debilidad

Tomando la primera lectura del libro de los Jueces, el cardenal jesuita propuso la figura de Gedeón como ejemplo para comprender la misión en la Amazonía: un hombre “reticente, temeroso y necesitado”, con pocos signos de poder, pero a quien Dios eligió y envió con la promesa de su compañía. “No tomando en cuenta nuestras fragilidades, nuestros pecados, el Señor responde: Yo estaré contigo. La paz contigo, no temas, no vas a morir”, añadió.

De este modo, instó a los obispos, religiosos, religiosas y laicos presentes en la eucaristía a reconocer que la fuerza para la misión no proviene de las propias capacidades, sino de la certeza de que Dios acompaña siempre a su pueblo y nunca lo abandona.

Bautizados para ser testigos y constructores de paz

Finalmente, el cardenal en su homilía concluyó recordando que todo bautizado está llamado a ser testigo y mártir, no sólo por la memoria de quienes dieron su vida en la Amazonía y en tantas comunidades de fe, sino también por la vocación que anima a cada discípulo misionero en el presente.

“Les invito a continuar nuestra celebración con agradecimiento por la vocación de cada uno y con esta conciencia misteriosa de que somos todos bautizados para ser mártires”, puntualizó.

Comparte