La Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) expresó su profunda consternación y rechazo tras conocerse el hallazgo de una fosa común con los cuerpos sin vida de ocho personas en el municipio de Calamar, Guaviare, quienes estaban desaparecidas desde el 4 de abril. Entre las víctimas se encontraban líderes sociales y religiosos, reconocidos por su acompañamiento espiritual y comunitario a las poblaciones de esta zona de la Amazonía colombiana.

El hecho fue confirmado por la Fiscalía General de la Nación, generando un fuerte impacto en la Iglesia local y nacional. En un comunicado oficial, CEAMA se unió a la voz de la Diócesis de San José del Guaviare y de la Delegación para las relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal de Colombia, que han condenado enérgicamente este crimen y expresado su solidaridad con las familias y comunidades afectadas.

“Hoy más que nunca, la humanidad clama e invoca la paz. Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por palabras retóricas que incitan al conflicto”, citó el comunicado recordando las palabras del Papa León XIV, pronunciadas el pasado 22 de junio.

Desde CEAMA se enfatiza que este acto representa una herida profunda para el tejido social, espiritual y territorial de la Amazonía, y se hace un llamado urgente a los actores armados para detener la espiral de violencia que continúa amenazando la vida de líderes y comunidades.

Asimismo, se insta al Estado colombiano a garantizar la protección integral de quienes trabajan desde la base por la paz, la justicia, la espiritualidad y la defensa de los derechos humanos y ambientales.

En comunión con la Iglesia amazónica y las comunidades afectadas, CEAMA reafirma su compromiso con la defensa de la vida y la construcción de caminos de reconciliación, impulsados por el Evangelio y la esperanza sembrada en los pueblos de la Amazonía.